Una mentira blanca es una mentira que se dice para no herir los sentimientos de la otra persona.
Es una mentira para beneficiar a ambas partes en lugar de beneficiar directamente a la parte mentirosa.
Decir una mentira blanca significa que eres sensible a las emociones de otra persona y que no quieres que se lastime.
Esta es la razón por la que se dice que algunas personas son brutalmente honestas, no cubren nada con azúcar ni tratan de disminuir el impacto de la verdad en nadie. Esto se debe a la falta de mentiras blancas, ya que pueden ver todo tipo de mentiras como maliciosas.
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Las mentiras blancas son las cosas que nos aíslan de la dura verdad.
Piensa en ello como zapatos para tu alma.
Es posible que el suelo no sea tan suave y lo suficientemente áspero como para romper la piel, pero los zapatos te permiten experimentar una relativa comodidad y, al mismo tiempo, darte una sensación de que entiendes más o menos en qué estás parado.