Las emociones, la delgada línea entre la racionalidad y la cordura. Todos fuimos creados con emociones, pero tenemos diferentes maneras de manejarlas. Nuestra capacidad para controlarnos y tener tiempo para pensar antes de actuar es lo que nos separa de ser animales. Las emociones nos impulsan a actuar y los actos definen a todos y cada uno. Ocultar emociones puede ser constructivo o destructivo al mismo tiempo, dependiendo de cómo percibes la situación. Un regalo es solo un regalo porque tú lo llamaste así. También podría ser una maldición. Piénsalo. La percepción siempre es clave.
A lo largo de la historia, uno de los más grandes generales que jamás haya vivido, César, tenía emociones suaves ocultas bajo su sudorosa armadura romana, no quería parecer débil debido al amor y el afecto de una mujer, y optó por ocultarlo al participar en la guerra y se propuso conquistar el mundo. César terminó conquistando Roma y convirtiéndolo en uno de los imperios más temidos de todos los tiempos. Roma fue temida por causa de César y las naciones temblaron y rindieron homenaje al hombre que fue visto como un dios. Lo que vio como debilidad resultó ser un activo que lo convirtió en una leyenda de siglo en siglo.
Las emociones tienden a empujar nuestra racionalidad por un segundo, haciéndonos actuar por impulso. La mayoría de las personas exitosas han dominado el arte de ocultar sus emociones. Los canalizan en algo constructivo. Es un manto difícil de transportar, especialmente si tiene estándares que establecer y mantener. Por ejemplo, Mark Cuban, que es un empresario muy exitoso, ocultó su enojo centrándose en deportes como el baloncesto (por cierto, escribí toda una respuesta sobre Mark Cuban). Esto eventualmente lo llevó a invertir en el deporte. Las emociones a veces son solo dulces que esperan ser desenvueltos mientras rebosan de oportunidades.
Las emociones ocultas de la manera correcta pueden ser una llama que aporta luz y calor, a diferencia de las emociones no controladas que pueden ser un fuego muy peligroso. Las personas exitosas saben cómo canalizar sus emociones hacia alturas imparables. Martial Mathers, también conocido como Eminem, utiliza su ira para escribir algunos de los ritmos más líricos que conocemos. Ha creado las rimas más inauditas que le han valido un total de 15 premios Grammy en su carrera.

Tampoco olvidemos a algunas mujeres que se han hecho buenos nombres en industrias dominadas por hombres. Algunos ejemplos incluyen a la ex estrella de la NBA Kym Hampton, la editora en jefe de Loretta McCarthy de más revistas, Oprah Winfrey y muchas más. Han invertido sus emociones en construir imperios para sí mismos. Oprah, por ejemplo, tuvo una infancia terrible. Tuvo que poner todo su dolor en la educación y más tarde en su carrera, ya que sabía que la industria estaba dominada por los hombres. Siempre hay una baya al final de una flor pop. Ella ha sido una de las multimillonarias más exitosas que las mujeres de todo el mundo admiran. Ella es una inspiración para muchos y nos recuerda que la mañana siempre vendrá.
Martha Stewart, después de ser expulsada de Wall Street y de pasar por un duro divorcio, canalizó sus emociones en su espíritu empresarial. Esto la ayudó a desbloquear su pasión y hacer un montón de dinero con ella. Richard Branson es conocido por su impulsividad y entusiasmo, y esto lo ha convertido en una de las inversiones más cambiantes de la historia. Se frustró después de que su vuelo a las Islas Vírgenes fuera cancelado. Para lidiar con esta decepción, se concentró en su lado creativo y tonto y escribió una tarjeta con el costo de un vuelo a las Islas Vírgenes, y sorprendentemente consiguió clientes. El dinero era suficiente para contratar un vuelo privado a las islas, y bueno … el resto es historia.
Podríamos seguir y seguir … la lista es interminable. Las personas exitosas absorben sus emociones y dejan de ver el vaso medio vacío pero medio lleno. Las emociones empañan nuestro juicio y hacer que retrocedan para tener una visión clara del vaso medio lleno requiere mucho coraje y agallas. Agallas por miedo dicen. Canalizar emociones en cosas que te apasionan, como los desafíos, los objetivos y las conquistas, será productivo. La historia ha demostrado que las emociones son donde las personas exitosas esconden su jugo y lo usan como combustible para llevarlas a escalas más altas de éxito.
La próxima vez que cruce la línea racional, piense y use eso como un activo en lugar de perder su tiempo con batallas inútiles.