¿Por qué nuestro impulso por la expresión, la identidad y la recompensa es tan fuerte?

La expresión y la identidad están muy vinculadas, aunque generalmente esa identidad es parte de un grupo del que queremos reclamar. La expresión en general también es una salida emocional, por lo que sin ella, puede haber fuertes negativos para el individuo. También es una forma de ganar aceptación, incluso si alguien no está de acuerdo, al decirnos que nos hace sentir parte de un grupo.

La identidad es algo que nos gusta tener ya que somos criaturas sociales. Nuestra identidad nos da un rol en un grupo, o nos une a un grupo social. A menudo nos identificamos de manera grupal, como “Soy un extrovertido”, lo que nos hace sentir individuales pero nos identifica con un grupo. Aunque las personas dicen que les gusta la individualidad, también quieren ser aceptadas y encontrar a alguien que se relacione.

La recompensa es la única que tiene un inconveniente evidente, pensamos en la ganancia egoísta. Aunque a menudo dar a la caridad, o realizar una buena acción en realidad nos hará sentir recompensados. Por lo tanto, personalmente no creo que estos aspectos deban eliminarse, solo deben controlarse para que no se vuelvan destructivos.

Es nuestro ego en el juego, tratando de demostrar que somos especiales, importantes y correctos.

Todos estos procesos perpetúan aún más la creencia de que al recibir elogios estamos separados de la manada.

Al final, seguir este camino que emprendimos para hacernos sentir mejor, solo nos deja quebrados, culpando y en noches muy especiales, que aparecen en Facebook, YouTube y otras formas de medios.