Elija la parte del día que más le disguste y cambie algo para mejor.
Por ejemplo, mi parte menos favorita del día es alrededor de las 9 pm porque es cuando tengo que “atender” mi diabetes.
Primero, tengo que revisar mi azúcar en la sangre. (Pinchazo en el dedo)
En segundo lugar, tengo que inyectarme insulina. (Pinchazo de la panza)
En tercer lugar, tengo que tragar algunos medicamentos orales. (No está mal)
PERO
Cuarto, tengo que comer algo para que mi glucosa en sangre no baje demasiado durante la noche. Así que paso esa ‘hora temida’ justo antes de tener que hacer los pasos uno, dos y tres pensando bien en lo que puedo comer en el paso cuatro que será agradable y placentero (pero saludable).
Cosas tan simples como tomar una ruta diferente para ir al trabajo o visitar una nueva tienda de delicatessen en el vecindario nos brindan un lugar brillante en lo que de otra manera podría ser un día aburrido.
Y cuando nuestro estado de ánimo es más brillante, creamos ‘vibraciones’ más positivas que afectan todo lo que hacemos.