Cuando alguien tiene una infancia perturbadora, cultivan algunos hábitos para lidiar con ella, que luego se convierten en parte integral de su personalidad, como preocupación, dudas, pensamientos negativos, reacciones exageradas, no sentir nada en absoluto, etc. Estos hábitos, aunque se utilizan como un auto El mecanismo de defensa en el momento comienza a crear problemas más adelante en la vida. Aunque la terapia sería la mejor manera de lidiar con ella, hay algunas sugerencias más que uno puede resolver.
1. Primero debes saber que lo que sucedió en la infancia no fue tu culpa.
2. Si la persona que causó la infancia traumática aún está en tu vida, aléjate de ella. Si no puedes mantenerte alejado, trata de ignorarlos lo más posible.
3. Hable con alguien al respecto: hermano, hermana, amigo cercano en quien pueda confiar. Hablar con tu corazón da mucha paz.
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4. Ya que tendemos a cultivar hábitos que eran importantes como un niño pero no ahora, por lo que necesitamos deshacernos de ellos. Hazlo uno por uno. Por ejemplo, si tienes miedo de la mayoría de las cosas, comienza a hacer cosas que te asusten. Hazlo pequeño y tómalo con calma, pero hazlo. Gradualmente todos tus hábitos cambiarán. Puedes intentar la meditación, ayuda.
5. Gran parte del problema proviene de nuestras propias emociones no resueltas, como algunas personas prefieren no llorar, otras no se enojan, otras permanecen fuertes durante demasiado tiempo y otras son demasiado duras con cada decisión que toman. Así que deja ir estas emociones. Quieres llorar y luego llorar, quieres enojarte … enfadarte, eres duro contigo mismo y luego tómate un descanso. Porque lo mereces. Has pasado por tantas cosas en la vida que mereces seguir tu corazón y hacer lo que quieras.
6. Lo más importante, ten fe en que las cosas saldrán mejor. Puede parecer que nada va a funcionar, pero todo estará bien al final. Seras feliz. Sólo creélo. Estarás libre de esas cargas.