La mejor manera que he encontrado para mejorar las habilidades de mí mismo y de mi equipo en lo que respecta a la gestión de crisis, en particular en esta crisis en la que es difícil, si no imposible, realizar ejercicios reales, es realizar un ejercicio de mesa.
Un ejercicio de mesa permite a los participantes interactuar entre sí de la misma manera que lo harían en una crisis real.
Uso un mapa de nuestro edificio, tarjetas que asignan una crisis aleatoria a un miembro aleatorio del grupo y algún tipo de marcador de posición para indicar dónde está cada miembro del grupo en el mapa.
Mientras recorre la mesa, los miembros del grupo tienen las mismas interacciones y siguen los protocolos (o no) que tendrías en una crisis real.
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Es necesario que haya un moderador para garantizar que los miembros del grupo no hagan trampa al usar información que no podrían haber basado en las interacciones que han tenido. Los moderadores también pueden tener sorpresas, como elementos o personas que no se muestran en el mapa hasta que un miembro de este grupo pueda verlos como lo harían en el mundo real.
He encontrado en una excelente manera de manejar situaciones y realizar una lluvia de ideas para ver si sus protocolos funcionan en situaciones difíciles o complejas.