El trastorno bipolar es un cambio reciente de nombre de “Depresión maníaca”. El eje depresión / euforia es más claro en ese nombre; en bipolar está contenido en ‘bi’ y ‘polar’. A muchas personas ahora les gustaría considerar que esto es un fenómeno fisiológico, pero también hay explicaciones “psicodinámicas” (psicológicas) derivadas de la comprensión psicoanalítica de los procesos “inconscientes”.
En pocas palabras, una visión psicodinámica podría ser que, por razones con las que no complicaré esto, existe un escenario de fantasía inconsciente, que involucra un “objeto persecutorio” o un atacante / crítico imaginario, con el que estamos en conflicto. Cuando, inconscientemente, se supone que el perseguidor tiene la ventaja, somos denigrados internamente, nos hacen sentir culpables, nos hacen sentir destructivos, etc., causando conscientemente sentimientos depresivos. Cuando nos imaginamos inconscientemente que tenemos la ventaja, hay una sensación de haber expulsado al perseguidor, lo que resulta en una euforia ‘maníaca’ consciente y un alivio triunfante.
El problema con esa solución es que todavía es parte de la fantasía; en realidad no podemos “expulsar” a un perseguidor que no es un objeto físico, sino que es parte de nuestro propio conflicto mental. Así que la fantasía continúa en la forma del regreso del perseguidor, alimentada por el rechazo. Nuestra euforia colapsa y nos sentimos deprimidos nuevamente.
Al ser un proceso / fantasía ‘inconsciente’, no somos conscientes de este conflicto que funciona continuamente.
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Estas fantasías inconscientes, que pueden incluir muchos otros escenarios, suelen ser métodos mediante los cuales intentamos “trabajar” y resolver conflictos emocionales a los que el “pensamiento” consciente no es adecuado. En el caso de una “enfermedad mental”, no logran hacer este trabajo y tenemos la sensación de estar “atrapados” en un proceso circular sin lograr la resolución que requerimos. Hay varias cosas que pueden suceder para “romper” este círculo vicioso. A veces, el alivio que se obtiene con la medicación puede permitir el cambio A veces, otras terapias como la psicoterapia (terapia del habla) pueden ayudar.