Me enfoco en la psicología bipolar cuando planeo el tratamiento. Así que veamos el bipolar como una cuestión de ajuste de personalidad en lugar de una enfermedad física.
Mi psicología de la Personalidad bipolar utiliza el lenguaje y la estructura de la personalidad delineada por Eric Berne y se llama Análisis Transaccional.
En el análisis transaccional, o TA, la personalidad tiene tres estados del yo: adulto, padre e hijo.
El estado del ego “Adulto” tiene la capacidad de procesar de forma objetiva los datos verbales de una manera lógica. Es como nuestra mente racional.
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El estado del ego ‘Padre’ tiene nuestras capacidades para cuidar y disciplinar a los niños. Estos son patrones automáticos y habituales de disciplinar a otros y de cuidar a otros.
El estado del ego ‘Niño’ expresa nuestras necesidades, sentimientos, intuiciones, pasiones, etc.
En el estado bipolar, el estado del yo padre ha asumido las funciones del padre demasiado pronto. La familia del niño no era segura, estable, cuidadora y, por lo tanto, el estado de padre inmaduro del niño se ve obligado a cuidar de la familia de alguna manera.
El estado padre se distorsiona. El cuidado de los demás ha crecido fuera de proporción. Demasiada energía se dedica a cuidar de todos los demás y muy poco a uno mismo (y, a veces, muy poco a su cónyuge).
Por otro lado, el lado disciplinario del estado del ego padre se vuelve contra el estado del ego infantil. El Padre intenta suprimir la voz del Niño interior. En gran medida esto es exitoso resultando en depresión. Las necesidades del propio niño interior se ignoran en la medida en que la preocupación por los demás aumenta en prioridad.
La reducción del niño interior se realiza con mensajes internos: mensajes negativos sobre la expresión personal, como “No seas tan inmaduro”. O ‘No seas tan egoísta’. Así, los bipolares vivirán con la constante crítica interna que causa la depresión.
Sin embargo, los sentimientos y las necesidades del estado infantil no pueden ser suprimidos e ignorados sin daño interno. En el bipolar, el Niño escapa a este aluvión de críticas y actúa sin ninguna restricción. Este tiempo ‘libre’ fuera de la cárcel puede convertirse en el período maníaco.
De esto podemos ver que la curación del bipolar tiene las siguientes facetas:
- Aprendiendo a proporcionar más autocuidado.
- Retrocediendo de la misión para cuidar a todos los demás.
- Reduciendo el aluvión de supresión del niño interior.
- Otorgando al niño interior una voz.
- Hazte amigo del niño interior y llévalo a bordo. Escucha la voz del niño interior. Nutre al niño interior.
- Tenga más juego, diversión y recreación para el niño interior, de modo que la frustración no tenga la oportunidad de aumentar y alimentar el ‘brote’.
- Esto se hace con la orientación y la terapia proporcionadas por un buen terapeuta / psicoterapeuta que ayuda a desentrañar las dinámicas anteriores con las herramientas de transformación de la vida en su mochila.