¿Cuál es la mejor práctica que puedo hacer diariamente para mantenerme calmado?

Encuentra un lugar tranquilo, tal vez el techo o el balcón de tu casa. En algún lugar con aire fresco y sin gente ni distracciones. Todo lo que necesita para mantenerse calmado es respirar “correctamente” durante unos minutos (por ejemplo, 5).

Empieza a tomar respiraciones profundas.
Puede parecer fácil pero respirando ‘correctamente’
no es un juego de niños. Respira, exhala, cree en ti mismo.

Respire profundamente. Sienta cómo su cuerpo llena todo el aire fresco oxigenado. Y, a continuación, elimine todo el dióxido de carbono usado. El truco consiste en dejar que su ser interior “escuche” sus pulmones inhalando y exhalando.

Una técnica común, que rara vez sale mal, es hacer suavemente los siguientes ruidos con sus cuerdas vocales al mismo tiempo que respira;
inhale diciendo “SOW ……”, exhale diciendo “HUMNN … ..”.
Sigue zumbando tanto como puedas, inhala y exhala lentamente el aire.

Otra cosa que debes tener en cuenta es hacer un seguimiento de cómo se mueve tu barriga mientras respiras. Su área abdominal debe expandirse mientras inhala y contrae mientras exhala. Algunas veces esto se sale de la pista y debemos corregir este ‘sync’ manualmente prestando atención a estos movimientos.

Continúe por unos minutos, cierre los ojos si lo desea y no piense en las preocupaciones que pueda tener. Deja que tu cuerpo rejuvenezca. Practique lo mismo al menos dos veces al día, y también cuando se sienta un poco deprimido, molesto o preocupado.

A veces … todo lo que necesitas es algo de ‘buen ol’ Aire ‘

Se paciente.
La paciencia es el principio de la calma. La impaciencia es la fuente de agitación y turbulencia. La impaciencia dice “Lo quiero AHORA” y cuando “eso” no aparece ahora, es probable que pierda la calma y deje que la presión arterial aumente. La impaciencia a menudo está vinculada a expectativas poco razonables sobre el mundo y otras personas (esperas demasiado de ti mismo y de otras personas) y a menudo está vinculada al perfeccionismo, que no deja espacio para cometer errores o ralentizar. Una persona tranquila, por otro lado, es plenamente consciente de que los errores ocurren a veces y que acelerar los procesos puede provocar errores, no aliviarlos.