El sexo, las drogas y el alcohol son parte de la experiencia humana. Muchas personas se involucran en esos comportamientos por razones sociales y personales. A todos se nos dice que el sexo, las drogas y el alcohol nos traerán felicidad, sin embargo, estos comportamientos a menudo pierden su glamour. La mayoría de las personas descubren que no importa cuánto sexo tengan o cuánto hayan alterado su conciencia, todavía no están contentos.
El sexo, las drogas y el alcohol nos impactan de varias maneras. Ellos:
1. Alterar nuestro estado de conciencia. Los tres cambian tu perspectiva, conciencia y punto de vista. Al alterar los químicos en el cerebro, el sexo, las drogas y el alcohol cambian la forma en que ves la realidad. Cada uno te impacta de manera diferente: algunos mueven tu energía hacia tu cabeza, otros hacia tu cuerpo, y otros sienten que entorpecen tus sentidos.
2. Retrasar el procesamiento emocional. ¿Alguna vez has notado que el alcohol, las drogas y el sexo pueden hacer que te sientas muy emocional? A veces impactan el cerebro de maneras que le permiten sentir y representar sus emociones. Sin embargo, las personas tienen dificultades para procesar sus emociones de una manera que conduce a un cambio a largo plazo cuando sus cerebros y cuerpos están llenos de sustancias químicas que generalmente no están presentes.
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3. Impactar nuestros cerebros. Las tres partes de impacto del cerebro asociadas con la planificación y las recompensas. Estas áreas del cerebro nos hacen pensar en recuperar esos sentimientos de nuevo, lo que es problemático para las personas que están predispuestas a la adicción. Incluso para las personas que no están predispuestas, detenerse o no volver a buscar estas experiencias puede ser un desafío.
Cuando se usan con moderación, estos cambios pueden ser útiles. Alterar el estado de conciencia de uno es un aspecto subvaluado de la experiencia humana. Desde una edad temprana, a los niños les gusta girar en círculos y participar en otros medios basados en el movimiento para alterar su estado de ánimo. En la vida silvestre, muchos animales comen cosas que también alteran su conciencia. El deseo de hacerlo es normal cuando se usa apropiadamente y puede ayudar a exponer a las personas a otros aspectos de la realidad.
El sexo, las drogas y el alcohol pueden ser útiles de varias maneras. Ellos:
1. Exponernos a perspectivas alternativas. Al alterar nuestra conciencia, los tres cambian nuestros puntos de vista y experiencias sentidas. Esto puede ser extremadamente valioso, ya que pone de relieve su conocimiento limitado del día a día y demuestra una multiplicidad de otras posibilidades.
2. Llévanos al momento presente. En ciertos puntos, los tres nos pueden llevar completamente al momento presente. Tienen la capacidad de ayudarnos a olvidar lo que está sucediendo en el resto del mundo. Algunos ofrecen una intimidad y una cercanía que no están disponibles en la conciencia normal, mientras que otros ayudan en el proceso de reflexión.
3. Crear experiencias significativas con los demás. Como procesos sociales, los tres pueden crear momentos significativos y memorables con los demás. A veces, estos comportamientos nos acercan a otros individuos porque parece que todos se aventuraron en lo desconocido.
A veces el terreno intermedio es más difícil que los extremos. Puede ser más fácil para algunas personas beber todos los días o no tomar nada, que tomar una bebida cada dos semanas. Para las personas que sufren de adicción, es importante buscar la sobriedad y comprender la probabilidad real de recaída. Para muchas otras personas, aprender a moderar el sexo, las drogas y el consumo de alcohol es una parte importante de sentirse cómodo en su propia piel. Aprender cómo y cuándo hacer estos comportamientos te ayuda a encontrar la felicidad, porque te sientes con más control de ti mismo y de tu estado de ánimo.
El sexo, las drogas y el alcohol pueden usarse cuando:
1. Te sientes seguro. La seguridad debe ser una prioridad máxima. Si no se siente seguro, los tres resultarán en situaciones incómodas y posiblemente experiencias negativas. Si no se siente seguro, no permita que otras presiones influyan en su decisión al decir que no.
2. Es en congruencia con cómo sientes ese momento. Consulte con usted mismo antes de participar en cualquiera de estos comportamientos. ¿Te parece bien en este momento? ¿Qué dice tu instinto? Abraza tu intuición, que puede ser diferente a lo que tu cerebro te está diciendo. Siempre escucha y sigue tu voz interior.
3. Puedes mantener relaciones sanas. Si sus relaciones sufren debido a sus comportamientos, entonces debe reevaluar sus elecciones. Las relaciones son más importantes que cualquiera de estos comportamientos, así que asegúrese de contar con apoyo social.
4. Lo haces con conciencia. Mientras se involucra en los tres, asegúrese de estar atento. Mantenerse al tanto de las sensaciones de su estado alterado de conciencia y ser testigo de cómo se involucra en estos comportamientos, puede llevar a experiencias más positivas. Trata de estar completamente presente y aprender de cada experiencia.
La felicidad no depende del sexo, las drogas o el alcohol. Sin embargo, como parte de la experiencia humana, no son intrínsecamente malas. Es posible participar en estos comportamientos y ser una buena persona. Cuando se usa con moderación y es congruente con cómo se siente, el sexo, las drogas y el alcohol pueden ser experiencias valiosas. Un aspecto de la felicidad es sentirse seguro en su capacidad de cuidarse y administrar su propio estado de conciencia. Aprender a encontrar el equilibrio y la moderación es parte de encontrar la felicidad.