La verdadera causa de preocupación o ansiedad es el cambio , característica invariable de la vida. Porque el cambio a menudo nos pone en ansiedad, especialmente cuando es indeseable, impredecible o incontrolable.
Efectos:
Tal ansiedad, si no se aborda adecuadamente, puede convertirse en crónica y paralizante. Entonces, la preocupación no sigue siendo una de nuestras emociones; Se convierte en nuestra emoción prominente y dominante. Y el preocupante se convierte en nuestra identidad definitoria.
¿Cómo podemos evitar esto?
Algunas personas recomiendan que nos calmemos con frases de autoayuda como “Enfriar”, “Todo está bien”, “No te preocupes”. Tales afirmaciones, incluso si ayudan, son en gran medida paliativas, no curativas, porque no abordan la raíz de la ansiedad.
¿Resolverá el problema la raíz de la ansiedad?
No. A medida que los cambios y los problemas que los cambios causan continúan apareciendo repetidamente en el mundo, la resolución de problemas solo cambiará, no curará, nuestras preocupaciones.
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Por supuesto, tenemos que lidiar prácticamente con los problemas. Pero para superar la preocupación, también necesitamos encontrar la raíz de la ansiedad.
Esa raíz es nuestra identificación errónea indebida y desproporcionada con la realidad material. Mientras busquemos disfrutar controlando y manipulando la materia, nos veremos obligados a preocuparnos.
“Siempre recuerda la naturaleza temporal de este mundo” – Chanakya Pandit