Escribí una publicación en Cómo convertirse en un mejor orador público que debería cubrir sus inquietudes.
Aquí hay un extracto:
Debe comprender que hay más para pronunciar un discurso que las palabras que salen de su boca. Todo, desde su tono de voz y su lenguaje corporal hasta las emociones que evoca puede hacer o deshacer su presentación.
- Planifica tu discurso de manera apropiada
El punto de partida en el arte de hablar en público es planificar una comunicación efectiva. Ya sea que se esté preparando para un discurso de boda o una presentación oral académica, primero debe establecer su objetivo. Entonces, pregúntese: “¿Quién es mi audiencia y qué efecto quiero que mi discurso tenga sobre ellos?”
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Con eso en mente, escriba todo lo que cree que podría decir a su audiencia para que actúen. Recuerde que su propósito como orador público no es solo compartir ideas, sino también desafiar los puntos de vista de las personas y provocar que cambien su comportamiento.
Después de pronunciar su discurso, léalo, edítelo y revíselo si es necesario. Trabaja en ello hasta que el mensaje sea claro, fácil de entender y fluya de manera coherente.
- No lea su discurso
Ahora que tiene su discurso, cree un resumen y deje el papel en casa. Lo último que querrás hacer durante una presentación es leer tu discurso.
Este es el por qué.
Si hay una cosa que puedes hacer para mejorar el impacto de tu discurso, persuadir a tu audiencia para que vea las cosas desde tu perspectiva y hacerlas más propensas a decir que sí a tus ideas, es el contacto visual. Este simple gesto puede inspirar poderosos sentimientos de conexión entre usted y su audiencia.
Según un estudio realizado en la Universidad de Cornell, los investigadores encontraron que si alteraban la mirada del conejo de dibujos animados en las cajas de cereales Trix, los adultos tenían más probabilidades de comprar Trix sobre otras marcas si el conejo los estaba mirando.
No solo el contacto visual sostenido puede convertir a los oyentes en participantes, sino que también puede ayudarlo a concentrarse. Cuando tus ojos están escaneando una habitación llena de gente, tu cerebro puede confundirse. Todas esas formas y colores pueden ralentizar su mente mientras trata de evaluar toda la información a su alrededor. Al hacer contacto visual con diferentes personas de la audiencia, puede ayudar a su cerebro a ignorar todos los estímulos y concentrarse en lo que está tratando de decir.
Otra ventaja de hacer contacto visual durante sus presentaciones públicas es que le permite “leer” la sala. Al prestar atención al lenguaje corporal de su audiencia, puede determinar si su mensaje tiene el impacto correcto y hacer pequeños ajustes en su discurso para atraer a su audiencia si parecen estar aburridos o distraídos.
Hablando de lenguaje corporal, pasemos al siguiente principio de convertirse en un gran orador público.
- No es lo que dices, es cómo lo dices.
En un estudio realizado por el profesor Albert Mehrabian y sus colegas en la Universidad de California en la década de 1960, se pidió a los sujetos que escucharan una grabación de la voz de una mujer diciendo la palabra “tal vez” de tres maneras diferentes de expresar neutralidad, simpatía y desagrado. . También se les mostraron imágenes del rostro de la mujer que transmitía esas tres emociones.
Se pidió a los sujetos que adivinaran las emociones que se escuchaban en la voz y que se veían en las fotos. De acuerdo con los resultados del estudio, los sujetos identificaron correctamente las emociones de las fotos que la voz el 50% del tiempo.
Mehrabian realizó otro estudio similar que tuvo resultados similares. La evidencia combinada de los dos estudios lo llevó a formular la regla del 7%: el 93% de la comunicación humana no es verbal, mientras que el 7% se basa en las palabras habladas.
No es solo qué, sino también cómo lo dices.
Aquí hay algunos trucos corporales que debes dominar para mostrarte más seguro ante tu audiencia:
- Mantenga su barbilla y la cabeza en alto : no mire hacia la mesa o sus zapatos durante un discurso, ya que esto hará que no se sienta seguro de lo que está tratando de decir.
- Párese derecho : una buena postura juega un papel vital en la forma en que los demás lo perciben. Levántate derecho para proyectar una imagen de confianza y autoridad.
- Plante sus pies en una postura amplia : puede pensar que nadie se estará mirando los pies durante el discurso, pero una posición adecuada puede hablar de su confianza (o falta de ella). No se pare con los pies demasiado cerca. juntos, pero colóquelos a aproximadamente un pie de distancia uno de otro, apuntando hacia afuera.
- Gesto con tus palmas : este truco te ayudará a parecer más honesto y confiable.
- Asegúrese de que sus manos sean visibles . No guarde las manos en el bolsillo porque puede enviar el mensaje de que no está seguro e incómodo. Cruzar los brazos también puede tener un efecto adverso, haciendo que te veas poco receptivo.
- Elimine el temido “Um”: según Mehrabian, la comunicación no verbal se compone de lenguaje corporal (55%) y tono de voz (38%). Por lo tanto, la forma en que se entrega es tan importante como su lenguaje corporal. Trate de eliminar palabras de relleno como “um”, “uh”. “Ah”, “ya sabe” y “me gusta”. Aunque pueden sonar naturales en el habla cotidiana, no pertenecen a las presentaciones formales.
Hay muchas otras señales no verbales a las que debe prestar atención, como las expresiones faciales o la intensidad de su voz. Preste atención a la señal no verbal que envía y recibe, y su capacidad para comunicarse mejorará significativamente.
- Apelar a las emociones de su público
Hace más de 2.000 años, el filósofo griego, Aristóteles, argumentó que hay tres elementos en el arte de la persuasión:
- Pathos – el atractivo emocional;
- Logos – el recurso racional;
- Ethos – el atractivo de la reputación;
Pathos se utiliza para describir el intento del hablante de apelar a las emociones de su audiencia usando palabras de activación, compartiendo historias o dándoles un sentido de pertenencia.
Logos significa persuadir apelando a la lógica del público. Cuando apela a los logotipos, apela al deseo de su audiencia por la lógica y la coherencia.
Ethos se utiliza para describir la percepción del público de la autoridad y la credibilidad del orador. Cuando los oradores apelan a la ética, apelan a su identidad y su reputación: su moral, sus valores, sus experiencias pasadas, etc.
Si bien debe asegurarse de que su discurso no contenga ninguna falacia lógica, debe concentrar la mayor parte de su atención en apelar al lado emocional de su audiencia. Los estudios han demostrado que nuestro juicio está fuertemente influenciado por las emociones. Te sientes primero y actúas segundo. Esa es la razón por la que los discursos políticos, el marketing y la mayoría de las formas de entretenimiento están dirigidos hacia nuestros sentimientos.
Un discurso que se escribe y se entrega con un fuerte sentido de atractivo emocional tiene más posibilidades de persuadir a la audiencia para que tome la acción deseada. Concéntrese en emociones tales como diversión, interés, sorpresa, esperanza y felicidad para mantener a su audiencia involucrada durante su presentación.