¿Está bien molestar a los demás con nuestros propios problemas, si todos están ocupados tratando sus vidas y generalmente están ocupados?

Depende. Un problema compartido es un problema reducido a la mitad, ¿verdad?

No siempre. Primero debe preguntarse si este problema es lo suficientemente serio como para involucrar a otros. Antes de preguntar, generalmente es efectivo investigar un poco sobre su problema y ver cómo otros han abordado problemas similares.

Descubrirá que el 90% de los consejos dados por otras personas generalmente solo confirma lo que ya sabe . El 10% de los consejos generalmente será su punto ciego y le brindará una perspectiva que no ha considerado. Por supuesto, esto no es solo una simple situación de preguntar y responder: ahora ha involucrado a esta persona en su problema y lo más probable es que esté obligado a mantenerla al tanto de su problema o arriesgarse a perder la confianza en su nombre.

También debe considerar su edad y su relación con dicha persona. Lo más probable es que, si tiene menos de 18 años, es aceptable involucrar a otras personas en su problema, ya que todavía no es completamente responsable de sus acciones y aún es moralmente aceptable que busque ayuda de otras personas.

En lo que respecta a las relaciones, pregúntese si su problema afectaría personalmente a la persona con la que está involucrado. El 100% de las veces, las personas tienen sus propios problemas con los que lidiar, ya sea que estén conscientes de ellos o no, y aunque pueden ofrecerle ayuda, puede ser una carga para ellos. Aquí es donde debe preguntarse si vale la pena que se realicen o no. Si dicha persona no se vería afectada, generalmente es aceptable compartir problemas al pasar, pero no lo convierta en un hábito de tiempo completo. Descubrirá que si se comunica con alguien acerca de sus problemas, por lo general, responderá sobre cómo han enfrentado situaciones similares. Sin embargo, no sobrecargue constantemente a las personas con pequeños problemas que no haya considerado tratar de resolver por su cuenta.

Personalmente, yo también tengo este problema y he tenido que aceptar que otros tienen que ver con mis problemas, ya que yo soy el problema, y ​​de alguna manera soy un peligro para mí. Por lo tanto, pregúntate si puedes resolver esto por tu cuenta o no. Sé brutalmente honesto contigo mismo. No te dejes sufrir en silencio y encierra el problema si no puedes manejarlo por tu cuenta. Recuerden, todos somos humanos, y nos necesitamos unos a otros.

¡Buena suerte! Espero que tengas todo solucionado.

Considere los beneficios de la terapia de consejería. Sería privado y no estarías molestando a los demás.