Da miedo sentarse frente a un psiquiatra la primera vez. Recuerdo que estaba sentado en una habitación fría y estéril mirando su pared viendo todos sus títulos. Me quedé en silencio durante mucho tiempo.
Hizo preguntas y le di respuestas de una palabra. Me tomó un tiempo dejar salir todas mis emociones que pensé que estaban enterradas profundamente en mi memoria.
Él era bueno y sabía qué tipo de preguntas debía hacerme. Él hizo preguntas que luego supe que eran preguntas “desencadenantes”. Comenzó a preguntarme qué hice en la guerra, vi a algún civil en peligro.
De repente, dije, “¡maldita sea! ¿Por qué me piden que hable sobre estas cosas?”
- Cómo reconstruirme de nuevo después de una larga experiencia traumática.
- ¿Cómo arreglaste tu vida, viniendo de la depresión?
- He estado deprimido … Ahora que estoy de nuevo en contacto conmigo mismo, quiero cambiar mi escritura a mi “verdadero” yo. ¿Esto causará problemas?
- Siempre me imagino situaciones y escenarios futuros. Cuando ocurre el evento real, me siento muy estresado y ansioso. ¿Cómo paro esto?
- Soy un psicólogo. Soy curioso Para aquellos de ustedes que han ido a ver a un psicólogo antes, ¿qué desearían que su psicólogo hiciera de manera diferente?
Dejé escapar la primera vez que vi a una niña muerta, tenía una bolsa para cadáveres y tuve que recoger a la niña hermosa y colocar su cuerpo en una bolsa. ¿Qué demonios hizo ella para morir? Yo, un tipo grande y duro, tenía lágrimas en los ojos ”
Estoy muy orgulloso de ti por tener el coraje de pensar en sentarte frente a una persona y compartir tus recuerdos más profundos sobre cómo y por qué estás deprimido.
Lamentablemente, ver a tu psiquiatra es la única forma de comenzar a curarte. Hablar con alguien sobre su dolor es la única manera de comenzar el proceso de curación. Te preguntarás por qué duele tanto, desearías nunca haber venido. Por favor, dale una oportunidad a hablar. Poco a poco se te darán herramientas para ayudarte a sanar.
El tiempo no siempre cura todas las heridas, pero aprenderás a vivir en el momento y no le darás más dolor a tu dolor. Eres dueño de tu depresión pero has dejado ir el dolor. Mejórate.
Sé que tienes miedo, tenía que hacerlo. Intenta tener el coraje de hablar sobre temas que te deprimen.
Es la única manera de darte permiso para tener una gran vida.
Te mereces alegría y sol en tu vida.
Mantenerte fuerte,
Micro