En primer lugar, permítame asegurarle que no estoy sugiriendo en los párrafos siguientes que mi situación es mejor o peor, o incluso que me “guste” de alguna manera mensurable.
Simplemente estoy tratando de ofrecer un escenario de la vida real que requiera mi capacidad de adaptación como ser humano para ser puesto a prueba, como estoy seguro de que la suya también lo hace. Ser “adaptable con éxito” es una de las claves para vivir plenamente.
Hace unos años me diagnosticaron una pérdida auditiva del 50%. Mi condición era tanto hereditaria como degenerativa.
Así que tengo dos audífonos que me permiten experimentar y disfrutar de la vida con un buen grado de “normalidad”.
Pero no puedo funcionar cómodamente sin ellos. Y tienen que ser mantenidos adecuadamente, lo que significa que siempre debo tener ciertos artículos conmigo, como baterías adicionales, etc.
Hace dos años me diagnosticaron diabetes.
Inmediatamente comencé un programa aprobado por un médico que ha puesto mi condición bajo control hasta el punto de poder disfrutar de la vida con un buen grado de “normalidad”.
Pero siempre debo tener ciertos elementos conmigo, como insulina, medicamentos orales, etc.
Hace unos meses me diagnosticaron cáncer de huesos. Mi cuarto diagnóstico de cáncer.
Inmediatamente comencé un programa de tratamiento aprobado por el médico que, hasta ahora, me permite disfrutar de la vida con un buen grado de “normalidad”.
Pero tengo tratamientos que atender y más medicamentos que tomar, y siempre debo tener ayudas como un bastón y un refuerzo para la espalda.
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Le escribí a Papá Noel preguntándole si tiene un paquete adicional que pueda tomar prestado (parece que permanentemente) para llevar todos mis “artículos necesarios”.
Ahora, para terminar esto en una nota más positiva.
Hace unas semanas, mi SO y yo empacamos todas mis ‘necesidades’ y algunos otros elementos imprevistos y nos dirigimos (desde Arkansas) a Florida para visitar a mi hija y su familia para el Día de Acción de Gracias. Fue un viaje muy agradable y la gente fue muy comprensiva cuando sostuve el progreso moviéndome demasiado lentamente o tuve que decir ‘disculpe mientras recargo’ (cambio de batería).
Desearía que no fuera así.
Pero es.
Y, mientras pueda, disfrutaré de lo que la vida tiene para ofrecer en el ‘quemador frontal’ y empujaré el resto de las cosas al ‘quemador trasero’ para mantenerlas en reserva para aquellos momentos en que las cosas se pongan demasiado calientes para encargarse de.
Así que si ves a una anciana en un aeropuerto en julio cargando un gran paquete rojo en la espalda, solo saluda y sabré quién eres. 🙂