Descubrí que una excelente manera de “ocultar” mi ansiedad es confrontándola. En lugar de tratar de no pensar en ello como me lo han sugerido algunas personas, es mejor tratar de averiguar qué es lo que te pone tan ansioso. A continuación, te presento algunas formas de hacerlo.
- Pensar en cuál es el peor resultado sobre lo que te pone ansioso y tratar de darte cuenta de que realmente no es tan malo. La contextualización es importante.
- Respiración. Las respiraciones profundas son una excelente manera de calmarse y ayudan a deshacerse de los temblores, los estómagos nerviosos y el corazón acelerado.
- Después de enfrentar mi ansiedad en el interior, es importante lucir confiado y sin miedo en el exterior. Las personas interactuarán de manera diferente con alguien que perciban como confiado e intrépido frente a nervioso y tímido.
- Ahora es el momento de centrarse completamente en hacer exactamente lo que te estaba poniendo ansioso. Ha pensado en lo que lo hace sentir ansioso y es hora de saltar. Ponga cada gramo de atención y atención que tenga hacia la tarea en cuestión, aunque forme un discurso, participe en una competencia o incluso simplemente participe en una conversacion.
No puedes simplemente ocultar mágicamente tu ansiedad inmediatamente. Se necesita práctica. Descubrí que cuanto más me esfuerzo por calmarme y racionalizar mis acciones, menos ansioso me siento.