Psicología: ¿Es posible que lidiar agresivamente (activamente, de frente) con las cosas que lo hacen sentir ansioso resultará en ansiedades aún más profundas?

Evitar nuestras ansiedades solo nos hace estar más ansiosos por lo que estamos evitando. Cuanto más evitamos algo, más le damos ese poder sobre nosotros.

Ahora, tratar agresivamente, como sugiere, no es necesariamente la mejor idea. A veces tenemos que empezar lentamente, poco a poco. Pero tenemos que empezar. Tenemos que enfrentar nuestros miedos. Esa es la única forma en que los conquistamos.

Alerta de sentido común:
Hay algunas cosas de las que debería tener un miedo saludable: los osos pardos, por ejemplo. No estoy sugiriendo que para vencer tu miedo a los grizzlies, deberías volar a Alaska, salir de excursión a la mitad de la nada y dar un abrazo a un lindo y esponjoso oso. Eso sería una idiotez.

Mi respuesta se aplica a miedos o ansiedades poco saludables: cosas como hablar en público, atravesar un puente perfectamente estable sobre un cuerpo de agua, actuar frente a una multitud, etc. Cosas que no le están sirviendo bien y que, de hecho, dificultan su crecimiento o tu vida de alguna manera Esas son las cosas que tenemos que enfrentar para conquistar. Esas son las cosas que no podemos evitar y esperamos que mejoren.

Grizzlies – sí, está bien tener miedo de esos tipos. Estarías un poco loco por no hacerlo.

Imagina que un niño le tiene miedo al agua y no puede nadar. ¿Pensarías por un segundo arrojarla al fondo y decirle que conquistara sus miedos? Por supuesto no.
Para enfrentar la ansiedad, lo primero es entenderla y su fuente. Solo entonces podrá sugerir una respuesta medida que pueda llevar a una confianza creciente.
He visto a hombres adultos que han hecho todo el entrenamiento mirar desde la parte trasera de un avión y rehusarse a saltar. Los ayuda a salir del bastón, los sienta, les pregunta si quieren volver a intentarlo (si no tienen su placa) y si dicen “no”, llévelos a casa. La idea de hacerlos “enfrentar sus ansiedades” es ridícula.
Así que la respuesta a su pregunta puede ser un rotundo “sí”.