Creo que en la vida no hay cosas ‘grandes’ o ‘pequeñas’, solo hay ‘cosas’. Nosotros, como seres humanos, le damos demasiada o poca importancia a que sea ‘grande’ o ‘pequeño’.
Ahora, como prueba de la afirmación anterior, repasemos todas las cosas “grandes” o “pequeñas” que nos han ocurrido en la mente … Después de un tiempo, todos parecen perder importancia … Todo lo que es terrenal pasa y recuerda: “Esto también pasará”.
Extrañamente en el comportamiento transitorio del universo que nos rodea, si no estamos estacionados en algún tipo de Realidad Interior, también nos arrastraremos en este mundo “sudando” demasiado, ya que no sabemos “cómo reaccionar”. El instrumento básico que nos proporciona la Naturaleza, que ayuda en este proceso, es nuestro “corazón” que inspira la acción y la “mente” que ejecuta.
Nuestra turbulencia actual se debe a la falta de calma interior y paz mental que no nos permite pensar, sentir de una manera equilibrada. Así que como primer paso tenemos que frenar y RELAJARSE. Esto hará que nuestra mente esté libre de preocupación y recuperará sus capacidades de pensamiento y contemplativas.
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La meditación del corazón es uno de los mecanismos muy efectivos para ayudarnos a sintonizarnos. Se asienta nuestra mente con un corazón tranquilo. Empezamos a vivir una vida muy equilibrada. Ya no somos esclavos de una mente caprichosa que está creando miedo ilusorio, sino que regulamos nuestra mente en una lente de alta precisión con la que vemos la Vida en Realidad. Desarrollamos un poder de voluntad elevado que nos ayuda a navegar nuestras vidas en aguas agitadas.
Aprende a meditar | ¿Por qué meditar? Meditación – Heartfulness