Hoy, de la nada, sentí una repentina sacudida de algo mal. Me detuve y lo examiné, pero no pude entenderlo. No parecía haber nada que lo motivara. No hay causa, nada que me haya molestado. Lo despidi Minutos después, lo volví a sentir. Una perturbación. Algo andaba mal. Una vez más, medité y traté de definirlo. Nada.
Luego se instaló. Me sentí abandonado. Traté de averiguar por qué. Yo era el único que quedaba en la sala de estar: mi madre y mi hermano se habían ido a la cama y mi esposo había desaparecido. Ni siquiera lo había registrado ocurriendo. Seguramente eso no me habría molestado? Medité de nuevo y lo dejé ir.
Varios minutos después estaba de regreso y esta vez fue una emoción total, con lágrimas. Una vez más, completamente de la nada. Terminé buscando a mi esposo y haciéndome compañía, y después de un tiempo con él, me sentí mejor y ya no estaba molesto.
Aún así, la emoción salió de la nada y me cegó.
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Este fue un encuentro típico con las emociones para mí. Sufro de trastorno bipolar. Usted puede tener algo similar. Hable con su médico. Ellos pueden ayudar.